A pocos meses de la entrada en vigencia de la nueva ley SERVICIOS DE
COMUNICACION AUDIOVISUAL, impulsada –según el discurso oficial- para
democratizar los medios de comunicación, hacerlos mas pluralistas,
Radio Nacional y su emisora en Córdoba nos han sorprendido en estos
dias con decisiones que lejos de armonizar con los postulados de la
novel legislación, configuran graves actos de censura, claramente
orientadas a silenciar a aquellas voces que no se alineen
disciplinadamente con la política del Gobierno Nacional.
Nos estamos refiriendo al levantamiento explícito (porque su conductor
fue despedido directamente por el subdirector Vicente Muleiro) del
programa “Horizonte Sur”, de Jorge Rulli, implícito (ya que
simplemente se dejó de emitir por la emisora oficial) de “El
desconcierto del domingo”, de Quique Pesoa (*), y solapado (pues fue
mutilado ese espacio de 5 hs. semanales, a cambio de 2 hs. solo los
sábados) del programa “La loca de la Casa”, conducido por Fabiana
Bringas.
Esta resolución autoritaria, que trae a la memoria la historia mas
triste de la Argentina, no es casual. Al contrario, afecta justamente
a tres espacios que abordan realidades siempre ausentes en los grandes
medios de comunicación, donde –sea a través de sus conductores, sea a
través de ciudadanos afectados- se denuncian injusticias, y mas de una
vez se deslizan críticas al gobierno. Es también muy grave porque los
responsables de la Radio estatal con su discriminatoria decisión le
están dando un durísimo golpe al sistema democrático, por ser una
flagrante violación al derecho humano a la libre expresión, a acceder
a la información y difundirla sin cortapisas. Pretenden acallar
opiniones no obsecuentes de comunicadores comprometidos, e impedir
además que sean escuchadas las víctimas del sistema: en particular,
los que padecen las consecuencias de la megamineria y del modelo
sojero, con sus efectos contaminantes, como así también la pérdida de
sus territorios, como ocurre con los pueblos originarios y los
campesinos. Resulta pues, que aquellos que hoy ven violados derechos
humanos elementales, son revictimizados al negárseles el acceso a la
información y a ser oídos. La intención evidentemente, es amordazar a
quienes no detentan el poder económico ni político, pero sí tienen
conciencia de su realidad y oponen resistencia. ¿Qué molesta a nuestra
Radio Nacional, “pluralista y federal” según declaman sus ilustres
autoridades? Molesta el disenso, molesta que se pueda generar
conciencia en muchos, y que se ponga en riesgo el sistema hegemónico.
Según estos funcionarios, “el silencio es salud….y tranquilidad” para
el poder.
Por todo eso, pensamos que seria bueno inundar de mails las casillas
de correo de la radio, y hacer una reunión multitudinaria en Radio
Nac. Córdoba para hacer un Abrazo Solidario en apoyo y reconocimiento
a los periodistas censurados, y para exigir a las autoridades que
dichos programas se sigan emitiendo en iguales condiciones a que lo
venían haciendo, y que Radio Nacional no sea una radio gubernamental
sino realmente Pública, comprometida con los sectores populares.
Un abrazo.
Estela Knez,
Claudio Macciocchi
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